viernes, 24 de julio de 2015

Fenomenos Celestes

Los fenómenos celestes desde siempre han producido admiración y curiosidad en los seres humanos, desde el principio de los tiempos. Muchos de ellos dieron paso a múltiples cálculos astronómicos por parte de antiguas civilizaciones, como también a interpretarlos dentro de un marco religioso/espiritual, donde algunos fenómenos representaban algún presagio de cierto acontecimiento, o se asociaban a la intervención de distintas divinidades. Pero dado que hoy en día esos fenómenos cuentan con una clara y concreta explicación científica, para el astrónomo aficionado es muy importante tener conocimiento de los fenómenos visibles en el cielo.
Existen distintos tipos de fenómenos celestes. Algunos tienen relación con efectos de luces debido a la influencia atmosférica, ciertos tipos de nubes, polvo meteórico e incluso la contemporánea contaminación ambiental; otros tienen relación con movimientos planetarios/orbitales, los cuales pueden ser más o menos espectaculares, ya que ocurren en momentos específicos y pueden ser predichos fácilmente, mediante los muchos software astronómicos disponibles para aficionados. La mayoría no tiene ningún efecto asociado sobre nuestro planeta, salvo proporcionar una bonita instancia para observarlos o fotografiarlos.

Aurora boreal o polar

Una aurora boreal es un fenómeno en forma de brillo o luminiscencia que se presenta en el cielo nocturno, generalmente en zonas polares, aunque puede aparecer en otras zonas del mundo durante breves períodos. En el hemisferio sur es conocida como aurora austral, y en el hemisferio norte como aurora boreal, cuyo nombre proviene de Aurora, la diosa romana del amanecer, y de la palabra griega Bóreas, que significa norte. En Europa comúnmente aparece en el horizonte con un tono rojizo, como si el sol emergiera de una dirección inusual.
Los mejores momentos para observarla son entre septiembre y marzo en el hemisferio norte (aurora boreal), y entre marzo y septiembre en el hemisferio sur (aurora austral).

Lluvia de estrellas

Las lluvias de estrellas son partículas sólidas provenientes del espacio relacionadas siempre con los restos que dejan los cometas al acercarse al sol, más grandes que un átomo pero mucho más pequeñas que los asteroides y que se queman en la atmósfera terrestre y se los denominan meteoroides, que entran en la atmósfera y se consumen antes de caer al suelo. Algunos logran sobrevivir al paso por la atmósfera terrestre y si llegan a la superficie de la Tierra, se les denomina meteoritos.

La lluvia de "estrellas" ocurre cuando la órbita de la Tierra cruza por los restos de partículas dejadas al paso de la órbita de un cometa. En ciertas épocas del año, estas estrellas fugaces parecen aumentar en número y salir de una región especifica del cielo llamada radiante, y asociada a una constelación de la cual se le da el nombre y a esto le llamamos lluvia de "estrellas" (Perséidas, Oriónidas, Leónidas, Gemínidas, etc.)


Halo solar/lunar

Un haloantelia o aro iris es un efecto óptico en forma de disco alrededor de la Luna o el Sol y que presenta un anillo iridiscente en su circunferencia exterior. Usualmente se ve en lugares fríos como AntártidaAlaskaGroenlandia, norte de Escandinavia, zonas borealesde RusiaCanadá; aunque también puede ocurrir en otros lugares, si se dan las condiciones atmosféricas adecuadas, como por ejemplo fuera de las áreas polares, en zonas donde se estén desarrollando tormentas o haya mal tiempo, o en zonas templadas cuando el aire atmosférico posea ligeras nubes cristalizadas por el frío (casi siempre nubes del tipo cirrus). El halo está causado por partículas de hielo en suspensión en la tropósfera que refractan la luz generando un espectro de colores alrededor de la Luna o el Sol.


Eclipse lunar

Es un evento astronómico que sucede cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, generando un cono de sombra que oscurece a la luna. Para que suceda un eclipse, los tres cuerpos celestes, la Tierra, el Sol y la Luna, deben estar exactamente alineados o muy cerca de estarlo, de tal modo que la Tierra bloquee los rayos solares que llegan al satélite; por eso, los eclipses lunares solo pueden ocurrir en la fase de luna llena.
Los eclipses lunares se clasifican en parciales (solo una parte de la Luna es ocultada), totales (toda la superficie lunar entra en el cono de sombra terrestre) y penumbrales (la Luna entra en el cono de penumbra de la Tierra). La duración y el tipo de eclipse depende de la localización de la Luna respecto de sus nodos orbitales.